Transcripción de video (audio como texto)

Naturaleza episódica del COVID Persistente 

El COVID Persistente se presenta con grupos de síntomas que pueden afectar a muchas partes diferentes del cuerpo.

A veces, los síntomas pueden seguir siendo los mismos y no cambiar.

Pero otras veces pueden cambiar, aumentar o disminuir. Las personas pueden experimentar fluctuaciones en los síntomas de manera diferente y, a veces, impredecible.

Esto puede afectar negativamente al bienestar y a la capacidad de una persona para realizar sus actividades diarias, reincorporarse al trabajo, hacer vida familiar, relacionarse y ejercer funciones de cuidado de los demás. 

Dado que las experiencias de las personas pueden cambiar o fluctuar, el COVID Persistente se ha descrito como un trastorno de salud (o discapacidad) que puede ser multidimensional, episódico y, a veces, impredecible.  

Hay diferentes componentes de la discapacidad que pueden experimentar las personas que viven con COVID Persistente, incluidos los desafíos de salud física, cognitiva, mental y emocional, las dificultades para realizar actividades diarias, los desafíos de la inclusión social y la incertidumbre o preocupación por la salud futura. 

Las personas que viven con COVID Persistente pueden experimentar diferentes aspectos de la discapacidad. La discapacidad episódica es un término utilizado en la investigación para describir los altibajos en seis dimensiones de la discapacidad.

Por ejemplo, una persona puede tener fatiga, dificultad para respirar, dolor (físico) y niebla mental (cognitiva). Estos pueden afectar su capacidad para ducharse, preparar comidas (actividades diarias) o regresar al trabajo (inclusión social). Estos desafíos podrían dar lugar a un estado de ánimo bajo o depresión (mental-emocional). Todo ello puede ocurrir en combinación con la preocupación sobre cuánto tiempo durarán estos desafíos y las consecuencias financieras, prácticas y emocionales (incertidumbre).

Estas dimensiones de la discapacidad también pueden verse influidas por diferentes factores.

Pueden empeorar por la estigmatización, la falta de credibilidad en los problemas de salud o los entornos inaccesibles.

O pueden mejorarse con apoyo práctico y emocional, como equipamiento en casa, modificaciones del entorno y apoyo de otros pacientes, es decir, posibilitando que las personas utilicen sus propias experiencias para ayudarse mutuamente.

Es más, algunas dimensiones de la discapacidad pueden desencadenarse por factores como la actividad física o el ejercicio y actividades prolongadas relacionadas con el pensamiento y functiones cognitivas, como las conferencias en línea, así como por tener otros problemas de salud que se sumen a la discapacidad.

La discapacidad por COVID Persistente puede considerarse multidimensional y de naturaleza episódica. Ahora hay millones de personas que viven con COVID Persistente en todo el mundo, a menudo durante muchos meses o años, añadiendo los riesgos de reinfecciones con COVID-19 y diferentes variantes.

A la creciente escala global del COVID Persistente y su inmenso impacto, tanto humano como económico, se suma la discapacidad, resultando un tema de salud extremadamente importante que debe ser abordado e investigado.

En el siguiente vídeo hablaremos del impacto del COVID Persistente en la vida diaria.